MARÍA BELLET1
Atado de rosas nuevas,
aquella mujer de vapor de aguas consumidas
se fue por el más
largo de todos los caminos.
Llevaba en los hombros caídos,
(a la manera de la Samaritana),
como un jarrón, la luna
agujereada de leyendas.
Mirábanla
con asombro
los pájaros de alas vencidas.2
Sus
pies parecían
floraciones milagrosas de la tierra.
Arriba de la colina
recibió los vientos venidos de
todos los mares.
Y nadie supo nunca,
en dónde había cogido aquella
cántara que a veces
rodaba por los abismos asombrados.
1 María Bellet, escultora chilena nacida en 1910 y muerta trágicamente en 1932. En diciembre de ese año
se realiza una retrospectiva de su obra y se edita un folleto que recogió palabras del poeta Alberto Rojas
Jiménez, de Pablo de Rokha, Lautaro García, Diego Muños, Ignacio
del Pedregal y este poema de Winétt
de Rokha.
2 Las
tres primeras estrofas se encuentran unidas, pero guardando la sangría, en
la edición de C, p. 51.
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