ESCENARIO1
De
pie sobre llamas, tu zapato negro oprime una campanilla de plata,
grupos de palabras dejan caer su saludo feliz,
mensajeras del Sur, mariposas;
levantas tu velamen de pájaro marino sobre las colinas ardidas
de sol,
arrastrando una sombra azul, como cabellera.
Así, dadivosa
de los pensamientos y su flor mineral,
hecha dolor por tu voz
que es moneda de cristal sombrío y caballo de oro:
los niños sangrientos, las
mujeres y el rojo corazón de los soldados,
rayan en tus rodillas el emblema solemne de sus estandartes.
El otoño ha templado tu lengua de cuerdas
profundas,
tus ojos adivinan la polémica del futuro, parada en el hombro del transeúnte:2
los puños rojos
de la idea alumbran tu mano y tu índice,
tu mano, vela
ciega en alta mar, conducida por vientos
náufragos.
Mi canción de espigas trenzadas
con auroras,
se desborda de rosas
de vidrio y peces pálidos, bestias y diamantes de amaneceres,
recógela
en tus labios que siembran mitos
para devolverla al corazón monumental de las multitudes.
1 En Oniromancia,
pp. 37-38, después
de cada separación estrófica, introduce una estrella
(*), que presenta
las estrofas como fragmentos separados bajo un mismo título.
2 Sin
tilde en SYD, p. 120; tildado en Oniromancia, p. 37.
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