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Fontana de topacios la cuchilla civil de un estanque...
él está turbio con álgebras de percal angusto,1 de época,2
así su faz sumergida por la carcoma de un engaño distante.
¡Oh! perforada y trajinante
catarata de espuma, pasadizo tenebroso,
que mezcla, a la deriva, el estallido de un rencor que ha deslucido
la severa canción
desvanecida de mi cabello de entonces
entre sus manos.
Muchos desembocan como camarones
azorados, tordillos, con coletazo
empalidecido
al mostrenco
líquido entrando a sus riberas de alfileres,
mas yo abundo frente a la pálida trasnochada, amarillenta,
velada de blondas de Venecia
y copias postreras de ánimas.
Ya este trino no es mi clima sino el de todos:
demacrado, tierno,
diurno, perfecto, tabaco, perejil, emblema,
con salpicaduras de gelatinosos
cerotes al nacer, ubres,
jirones rumiantes y aventureros como la tiza del circo.
El cascarón está en la partícula
más nítida, (cántaro y delantal),3
con deseado tañido de lo casto por capullo y persiana transparente.4
1 Sic. en ASA, p. 202 y SYD, p. 208. Sospechamos se trata de un neologismo.
2 Punto
seguido sin la consiguiente mayúscula
en SYD, p. 208; coma en ASA, p. 202.
3 Ídem
en SYD, p. 209; ídem en ASA,
p. 202.
4 En ASA cambia el punto final por un cierre
de paréntesis, error tipográfico.
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