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Cintas brillantes, vallas, cebollas, verano de maizales y cerdos,
impostura lagunera sin realidad, equívoca, sorbete
de fraile,
y el espejismo múltiple-mitológico, de improvisada
configuración y euritmia.
Y la presencia
de la blusa irreal y el viejo pelo hermético
del piloto de níquel:
un enigma de bambú sentado al borde de una tumba y su acróstico.
¡Resbalar por praderas de porcelana,
acuáticas, hacia la parva inclinada
junto a una pajarera de horda,
de arbitraria y ruidosa fama!1
El mosquito bronceado y las chozuelas
de espinas que se desgarran
en respuesta de verbo-víboras sucediéndose en los linderos de choque.
Me baño,
exploradora, en la perplejidad de lo inaudito,2
en aquella claridad amenazada
y cauce3 ruiseñor de campamento
de su mismo tesoro taumaturgo, torrencial,
inadvertido,
hacia las etapas y los arrecifes de temperatura y métodos desconocidos.
1 Signo
de exclamación abierto y nunca cerrado,
en ambas ediciones, p. 211 y p. 223 respectivamente.
2 Punto
seguido sin la correspondiente mayúscula
en SYD, p. 223; coma en ASA,
p. 212.
3 "Cause"
en ASA, p. 212.
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