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CANCIÓN DE TOMÁS, El asunte
A la entrada,
en el índice de todos los caminos: tú,
de todas las perspectivas, de todas las lontananzas,1
como el nido de un pájaro que no existió
y lo oímos cantar en nosotros.
Fruta de recuerdo,
ya estarás cambiado, Tomasito,
en el país de los muertos,
con aquella
flor resonante,
que traías en tu manita de hombre escogido por el destino,
y esos ojos de ilusión de aventurero.
Voy
a deshojar los innumerables pájaros
para
tu navío de sombra.
1 Error
tipográfico en la edición de SYD, "lontonanzas," p. 55; corregimos según C, p. 87.
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